
El reloj hace su golpeteo nervioso, impulsivo. El aire golpea con fuerza la ventana y no puedo levantarme.
La tetera hierve. El pitido lastima mis oídos, pero no voy a callarlo.
No, ésta vez no voy a callarlo. Quiero quemar la casa, mi ropa, mis libros. Quiero quemarlo todo.
La tetera hierve, y tengo que levantarme.
Hasta nunca, hijos de puta. Voy a hacer desaparecer todo.
La tetera hierve, y la música me grita a través de mis venas. MÁS, MÁS.
No puedo correr, no puedo esconderme más. Ya no soy lo que era, vos me cambiaste. Me obligaste a levantarme.
Pero ahora no estás, y no voy a cometer los mismos errores.
La tetera hierve,
Y no pienso apagarla nunca más.