
Y Antes de que abrieras la boca para dejarme, como un duro portazo en mi vida, ya estaba rogando que volvieras.
Como una calesita que da vueltas, vueltas y vueltas. Y uno ruega que nunca pare.
QUE SEA UN SUEÑO.
¿Y cuando me destroces, que va a ser de mí?
Tal vez me convierta en polvo de una estantería llena de libros, que nunca nadie se pasa a mirar.
Tal vez me evapore en la vida, y siga creciendo.
Y CRECIENDO Y CRECIENDO.
Hasta acordarme que en realidad, vos no estas arriba.
Hasta acordarme de que nunca te voy a poder alcanzar de nuevo.
Pero todo fue inevitable, abriste la boca para que mis sueños se partieran a la mitad, y la calesita de una ve por todas, paró.
Y toda mi vida, yo seguiría llorando para que diera vueltas de nuevo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario