lunes, 19 de septiembre de 2011

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Frío y caliente


Bailamos descalzos sobre el suelo

Desenchufados de la vida por unos momentos. El viento nos zarandea intentando despertarnos, pero no podemos.

Nos rozamos tan íntimamente que parece que pudieras tocarme el alma, y solo es una caricia que logra escapar en un abrir y cerrar de ojos.

¿Y donde fue que nos perdimos?

Manos congeladas buscando calor en un corazón despechado.

Sangre ultravioleta quemando mi garganta seca.

Volvé, mis manos están frías.


El mundo es y no es en un suspiro de media tarde. Corremos desprotegidos sobre el pasto verde musgo y pienso que es mentira.

Y si es mentira no me importa. Porque rodamos y rodamos sintiendo el viento pasar y pasar por nuestro cuerpo rosado. Sentimos la presión de la atmósfera en nuestros párpados enamorados y podemos sonreír.

Sonreír por que amamos y el nudo de nuestra garganta no nos impide hablar. Y sentir.

Es música y felicidad. Por primera vez te entiendo.

La curiosidad que mató al gato


Me da curiosidad tu pelo rubio, a veces siento esa extraña necesidad de alargar la mano y rozarlo con la yema de mis dedos.

Me gustaría suspirar sobre tu cuello y sentir tu cuerpo estremecerse.

Tu belleza es rara. Tu cuerpo es pequeño.

A veces siento que podría romperte, y es entonces cuando me pierdo entre pensamientos entrecortados por suspiros misteriosos.

Camino por lugares en los que no debería, y me tranquiliza pensar que es solo eso;

curiosidad.