
El mundo es y no es en un suspiro de media tarde. Corremos desprotegidos sobre el pasto verde musgo y pienso que es mentira.
Y si es mentira no me importa. Porque rodamos y rodamos sintiendo el viento pasar y pasar por nuestro cuerpo rosado. Sentimos la presión de la atmósfera en nuestros párpados enamorados y podemos sonreír.
Sonreír por que amamos y el nudo de nuestra garganta no nos impide hablar. Y sentir.
Es música y felicidad. Por primera vez te entiendo.
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