
El aire con olor a mar me golpea la espalda. Siento tu calor cerca, pero a su vez hay tanto frio acá dentro que es difícil de percibir.
Sin embargo, tu calor siempre me protege de esos sentimientos que me cuesta tragar.
La arena se mezcla con nuestros besos. ¿O son nuestros besos que se desmoronan haciéndose arena?
Todo se ve tan tangible, demasiado perfecto y abrumadoramente real. Pero la pregunta, cortante y fría, se asoma como algo inevitable. Y tengo miedo, como nunca lo tuve.
¿Estoy soñando?
No hay comentarios:
Publicar un comentario