
Las palabras salen por si solas, no puedo controlarlas, se escapan de mi boca como suspiros de aire. Intenté retenerlas, quizás pausar el momento y dejar de hacerte daño.
Mi cabeza es un espiral de emociones, una especie de bestia que habita dentro de mí habla por sí sola, y mi cuerpo acata órdenes que no debería.
Y ahora sos lo único en lo que puedo pensar. Sos lo único que importa.
Pero cuando no estés vos,
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