
Ay, corazón, ¿Por que seremos tan egoístas?
Me arden los ojos, siento a mi persona desvanecerse y tu corazón palpita contra el mío.
La palabras se quiebran, ya no son palabras. Se difracta mi corazón, se encarnece ante algo que ya no existe.
¿Y por qué me cuesta tanto darme cuenta?
No entiendo, no entiendo.
A veces me gustaría desaparecer.
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